Brete-Novelas



"Mi cachorrito"
Fotonovela


Capítulo #7  ¿Envidia o temor?.

Una vez que Marco Rubio colgó los guantes, recordaremos aquellos días,en los que los medios atacaron con más rudeza a Trump. Dos o tres personalidades, incluyendo al Papa, quisieron anotarse "patas" o puntos a costillas de Trumpi, este último arremetió contra él para luego irse a Cuba a darse las manitas con los asesinos de mi pobre islita. Artistas estadounidenses famosos juraron abandonar SU país, si Trump llegara a convertirse en presidente. Vamos a ver si son consecuentes con sus palabras y se van a vivir al polo Norte o al Sur o si se van pa'Haiti. Sino se largan, ya nos encargaremos de emplazarlos para que otro día sean más serios.

Artisticas orilleras,mediocres,frustradas y fracasadas que trataron de engatuzar a mi Trumpi,también se han querido lucir acusándolo de grosero,racista y abusador con las mujeres. Como mi hermana Melania se dio SU LUGAR,el tipo la ha premiado y honrado casándose con ella y la trata como lo que es:Una Dama. Los debates han servido para que este pueblo aprenda a "leer" el lenguaje corporal de los candidatos. Observen las miradas de estos dos hacia Trump.


Antes de que comenzara este encuentro en la jungla,Trump llamo a MR y le dijo:
_Mi cachorrito, graba todos los detalles,cuando termine hablamos.
MR:
_Ok...Listo.
Trump citó a MR para el "Palacio de los jugos" de la 49,en Hialeah y después de comerse unos chicharrones y tomarse unos buenos batidos de zapote se fueron a conversar en privado, a la casa de un boletero de MR,muy famoso el en Fb.
_Mira esas caras,mi cachorrito-le dijo Trump a su invitado-.¿Esas miradas,son de envidia o de temor?
MR:
_¡Wow,Donald!Si las miradas mataran...
T:
_¿Te fijas por qué no puedo bajar la guardia? Ellos no solo me envidian y me temen...Esos dos y su gente, me odian.
MR:
_¿Por qué tanta tirria?
T:
_ Porque ellos saben que seré el único presidente que llega a Casa Blanca sin compromisos con nadie y no pueden mangoniarme como dicen ustedes,los cubanos. Yo estoy desafiando al NOM y me estoy jugando la vida.
Mira,mira esas caras. Los dos están saboteándome y le están sirviendo a los enemigos de nuestro país. Marco Rubio se quedó anonadado mirando a los contrincantes de Trump.


Dieciséis años, "El viaje al paraiso"


Por Lucy Ramón.

Capítulo I

Un día como hoy, en 1998 llegué a este país con mis hijas. Creo que vale la pena sacar a pasear mis
recuerdos de ese dia y contárselos a ustedes, a ustedes que forman parte de mi vida y les gusta escuchar vivencias ajenas. A mi me encanta oir historias de la gente, asi aprendo de ellas. Les adelanto que, mis hijas todo el tiempo buscaban mi mirada para sentirse seguras en tierras extrañas. 

Aún recuerdo sus caritas asustadizas y el desprendimiento que sentí cuando el avión despegó de suelo cubano. Parecía como que me arrancaban las tripas y me dejaban vacía. Mi cuerpecito de 148 libritas en aquel entonces, flotaba imaginariamente, miraba por la ventanilla queriendo llevarme en mis ojos al caimán verde que allá abajo, muy abajo se quedaba inmóvil, rodeado de aguas azul marino y aún mudo e inerte, yo intentaba, pegando mi oído a la ventanilla, de escuchar un adiós o que me echara la bendición, como hacen las madres a sus hijos cuando salen de casa por primera vez. 


No pensaba en nada, sólo veía imágenes fugaces de nubes que el avión acuchillaba y las penetraba como quien entra a un túnel de humo blanco y luego, de repente un rayo de sol naranja chocó contra el cristal y me cegó. Volví a mirar y ahora todo era mar, apreté mis ojos para que no se me escaparán las últimas tomas visuales que me llevaba de Cuba, de mi Cuba. Me aparte de la ventana, suspire y me dije por dentro, "ahora sí, no hay vuelta atrás".


Como nunca había pensado irme de mi país, jamás soñé con tener el auto del año, ni sabía que todos los años hacían autos nuevos y mucho menos que la gente de acá (algunas) vivía ese pedacito de lucir el último carro para que los demás creyeran que tenía plata, que era rico...con el tiempo vi a unos cuantos montados en la guaguita de Hialeah (La Conchita) y sentarse al lado mio, llorando, pues no pudieron seguir pagando la letra. Les decía que jamás me pasó por la cabeza salir de Cuba, así que mi sueño era uno: ¡Ser libre!.

Hicimos una pequeña escala en Cancún, en ese tiempo, los Refugiados Políticos, hacíamos cambio de avión en Mexico y recuerdo que alli todo era gris y frío. El día estaba lluvioso, feo. A las 12:20 pm, empezamos a ver las primeras imágenes de Miami y según bajábamos, el diseño de la ciudad se delineaba mejor. Desde allá arriba, los lagos se parecen a los que dibujábamos en los mapas de geografía. Todos perfectos, llenos de palitos azules por todo el contorno interior, junticos como si fueran una sombrilla. Seguimos descendiendo y en eso…¡Los carros!, lotes llenos de carros unos al lado del otro. Qué sabía yo de parqueos, dealers y de edificios construidos sólo para estacionar autos.

Esta guajira estaba...que pa'que ...Si les digo que, sentí miedo y hasta pensé negarme a salir del avión?. "Pero no, no Lucy, tú no puedes hacer ese show, si tus hijas te ven en esa pantalla, empezarán a dar gritos y capaz y nos devuelvan pa'Cuba". Me hice la fuerte (tengo esa mala costumbre de hacerme la fuerte) una vez más, me estiré un poco, tomé a mis hijas, una en cada mano y empinando el pecho y taconeando, emprendimos la marcha por todo el pasillo. Cuando bajaba la escalerilla, las piernas me temblaban, no veía el aeropuerto por ningún lado. Nos habían metido en el famoso "gusano" porque estaba lloviznando pero en cuanto llegamos a la estructura, aparecieron las ventanas graaaandes de cristal del edificio y mis tacones sintieron tierra firme.

Por dondequiera se podían leer los cartelitos lumínicos rojos que decían: EXIT. Ese fue mi primer bautizo de fuego con el Inglés. ¿Qué querrá decir EXIT?(pensé)- Parece que algo muy importante dicen esos cartelitos, porque para cualquier parte que miraba había un "bichito rojo" de esos. La caminata fue larga, eterna, nuestros compañeros de viaje se miraban unos a otros con su "cubiles" en la mano, lleno de los mismos papeles. Todos los cubanos que viajamos en ese avión, éramos refugiados políticos y todos estábamos asustados.

Los cubanos que salen por primera vez de Cuba son fáciles de identificar; todos traen la misma cara de susto y una jabita de compras, con los documentos de viaje y cartas de los vecinos para sus familiares que viven acá. Otra cosa, la libretica con los teléfonos de los tios, primos, ex vecinos, amigos, etc, esa nunca falta y a algunos, con el nerviosismo se les pierde.

Caminamos guiados por agentes de inmigración que, en cuanto nos organizaron en un salón, nos brindaron asientos y nos dieron la bienvenida a tierra de libertad, primero en Inglés y luego en Español.

Una vez chequeados los pasaportes, nos invitaron a caminar hasta un portón metálico con su respectivo EXIT en la parte superior. A partir de ahí, nuestras vidas comenzaron a respirar un aire diferente, a partir de ahi, cada una de nosotras caminariamos sobre un libro donde cada capítulo estaba escrito de antemano.

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