Santiago siempre ha sido una ciudad rebelde, la llama de esa rebeldía nunca se ha extinguido; es muy posible que por tiempo suba o baje la mecha pero apagarse, JAMÁS.
Por Lucy Ramón.
Santiago siempre ha sido una ciudad rebelde, la llama de esa rebeldía nunca se ha extinguido; es muy posible que por tiempo suba o baje la mecha pero apagarse, jamás. Mi pueblo hospitalario y buenachon, ha sobrevivido a todo, al olvido del "bebé"cuando arrancó pa'la Habana, dejando la cuna vacía y el tete rodando por piso, a la escasez constante de alimentos, a los ciclones, temblores, etc. Santiago se crece entre las montañas y los escombros.
El régimen castrista sabe que Santiago es una bomba de tiempo, todo está, en que un día (muy pronto) cojan a mi gente con el moño virado y obstinada de la vida. Lo que pasó en el barrio de Altamira recientemente, es sólo un "abreboca", ustedes ni se imaginan de lo que son capaces esas personas que viven allí y las batallas que han tenido que librar para hacerse de un techo donde vivir.
Hace unos años la policía llegaba allí y le tumbaba las chocitas que fabricaban con cajones de madera pero en la noche, familias enteras volvían a levantarlas, no había de otra, de lo contrario, dormirían en la calle. Llegó el momento en que esos infelices se armaron de palos, machetes, piedras y se acabó la tumbadera. !Hasta ese día!. ¿Saben cómo le llaman a una parte de la barriada de Altamira?
A MI ME RONCAN!!!!!!Pues si, así se llama.
El régimen para no reconocer la derrota, se hizo de la vista gorda y nombró oficialmente a esa zona el irónico nombre de "Venceremos". Altamira ha dado buenos frutos, allí viven personas trabajadoras, honestas y sobretodo valientes y muy contestarias. No es sorpresa ver a mi gente de Altamira gritando en las calles abajo Raúl y Fidel y enfrentarse a la policía. Allí residen opositores que han sabido llevarle el mensaje de libertad a sus vecinos y como les digo, todo es cuestión de tiempo.
Cuando Altamira se prenda de verdad, Santiago estalla de una punta a la otra y entonces si que nadie podrá detenerlos. Si se calienta Santiago con los calores de la libertad, a correr pero no por el tete, sino por el "bebe" para hacerle justicia.