Por Lucy Ramón.
No soy politóloga, a penas una cubana que escribe lo que piensa y opina sobre el tema de su país y el régimen que lo gobierna. Ayudenme los conocedores de política, ayudenme a rectificar, si estoy errada porque, mirando lo que acontece en estos últimos tiempos y después de escribir tanto sobre nuestra lucha, he llegado a la conclusión de que en Cuba no existe una oposición real al régimen castrista. A mi me parece que, muchos de nosotros nos equivocamos al llamarle oposición a un grupo de organizaciones que dentro de Cuba manifiestan su inconformidad o desacuerdos con el gobierno castrista. Creo que debiéramos definir mejor el concepto, sólo así podríamos entender este desbarajuste que estamos viendo. Sólo llamando las cosas por su nombre, es que lograremos ubicarnos frente a qué y con quiénes estamos lidiando.
Sin restarle importancia al valor de quienes se lanzan a las calles a protestar, de quienes dentro de una prisión mantienen una actitud honorable, me atrevo a decir, con tremendo respeto que sus gestos heroicos no conducen a nada, a no ser su autodestrucción o, en el mejor de los casos, a ganarse una visa en la oficina de Refugiados. Me parece que no se trata ya de estar en contra del castrismo sino de enfocar correctamente el rechazo, de organizarse y definir las demandas del ciudadano cubano.
¿De qué sirve que cuatro gatos salgan a la calle, agarren unos carteles y desafien a un aparato represivo que está armado y listo para someterlos, no sólo por la fuerza sino también contando con el miedo y la apatía de los espectadores?.
Estos valientes cubanos están regalando sus vidas en bandeja, esas hazañas no tumban a Raúl Castro. Esos hermanos nuestros, no están haciendo oposición, están Ripostando, están reaccionando o respondiendo a las estrategias de un gobierno que los manipula aplicando la teoría reversiva de las acciones y reacciones.
La "oposición cubana" baila con la música que le pone el régimen. Si los Castro no quieren algo, les envia el mensaje contrario y entonces los ripostores, responden como ellos esperan. Por ejemplo, el tema del cacareado embargo, basta con que el régimen se atrinchere pidiendo que levanten el embargo para que los "opositores" pidan que se mantenga. Así funciona y ha funcionado siempre. Es el régimen quien escoge los temas sobre los que desea que se hable y los manipula a su conveniencia.
Raúl y sus cerebros pensantes, planifican y proyectan sus manipulaciones y va "cediendo" a las exigencias de un pueblo inconforme, según crece la efervescencia o la temperatura de los ánimos, por eso, le resulta fácil imponerse, porque lanza las nuevas directrices que les tiene preparadas cuando él quiere, a la hora y el día que él sabe que surtirán efecto.
Si en Cuba hubiera una Oposición centrada, no importa qué tan variada sea, ni cuántas organizaciones la representen, lo importante es que las demandas, las exigencias sean iniciativas del pueblo y no del dictador. ¿Por qué los cubanos tuvieron que esperar por Raúl para vender y comprar autos y vender sus casas?, ¿por qué tuvieron que pasar 55 años para que les dieran la carta de libertad y pudieran viajar fuera del país?.
En USA, sucede lo mismitico; allá, el régimen inventa regulaciones para los familiares que van a la isla y acá sólo se habla de eso, rezonguean un poco pero siguen viajando y no pasa nada. Allá el mismo régimen riega la bola de que Quientedije se murió, y al momento Miami entero comienza a murmurar y a especular que si se murió hace tiempo, que aquel es un doble, que mañana van a decirlo...Se forma el barullo.
Así las cosas, creo que una verdadera Oposición debería centrarse en tomar la iniciativa y no continuar ripostando lo que el régimen quiere. Creo que va siendo hora de desmantelar la sociedad civil representativa del castrismo, desertando de las organizaciones políticas y de masas como el CDR, la FMC, etc.La Oposición debe crear su propia Sociedad Civil partiendo de la voluntad del pueblo,del ciudadano.
Si siguen respondiendo o ripostando a los antojos del tirano,nunca llegaran a ponérsele y con el tiempo, si no toman conciencia, se irán convirtiendo en sus colaboradores. Vivir por ver.