martes, 10 de marzo de 2015

P y P. Parte 6


Por Lucy Ramón.

Los asistentes disimularon el impacto que les causó el Pa'nfilo perfumado, desandando por la habitación como dueño y señor de la madame. Paris lo recibió con una sonrisa y le preguntó:



- ¿Estás mejor asi, verdad?


Al chasquido de los dedos de la jefa, comenzaron a destaparse los platos que venían sobre las mesitas de servicio a habitaciones.Trajeron de todo. Carnes asadas, quesos de todo tipo, mariscos, guisos de carnero, fritos, ensaladas, jugos, refrescos, vinos, etc. Pa'nfilo pasó revista a todo, se sentó en el reclinable, cerró los ojos y dos lagrimotas brotaron cerca de las sienes y rodaron por ambos costados de su cara y del cuello hasta caer en su pecho. 



No tenía valor de comerse aquella JAMA que tanto había pedido a todos los que hasta ese dia lo habían entrevistado y lo había convertido en el borracho más famoso de toda Cuba. Estuvo callado unos minutos. Un asistente le dio algunas servilletas, se limpió el llanto, ofreció sus disculpas y caminó hacia el balcón donde estaba Paris.

- Paricita, ¿tú crees que yo pueda llevarle esa comida a mi familia y a mis vecinos?. Digo, sino te es molestia.
- No Pa'nfilo, tú no vas a llevar nada a nadie. Si lo que te entristece es recordarte de los tuyos, ahora mismo mandaré todo eso con mis asistentes a las personas que tú me digas porque esta noche tú y yo tenemos mucho de que hablar.
- ¿Conversaremos la noche entera? - preguntó Pa'nfilo con malicia.
Ella le guiño'un ojito azul, los asistentes tomaron la información de la entrega, le preparon unos rollitos de jamón y queso y luego el degusto' de algunos antojitos..

Afuera se sentían las risotadas de esos locos. Paris le contó algunas de sus "travesuras"escandalosas y Pa'nfilo las disfrutaba como si fueran historias de ciencia ficción.  Pa'nfilo le hizo cuentos de cuando era marinero mercante que, se la pasaba recogiendo en los basureros de distintos países los tv, vcr, y otros electrodomésticos que la gente botaba y él las vendía en Cuba como mercancía de primera.

Ninguno de los dos supieron nunca, cuándo ni cómo llegaron a la cama, el caso es que de repente se descubrieron, ella recostada de su pecho y él pasándole su mano negra por la cabecita rubia. Mientras ella contaba sus aventuras amorosas, Pa'nfilo apretaba los ojos como obligándose a dormir, muchas veces despertó soñando lo que hoy estaba viviendo y no quería volver a sufrir la decepción de su realidad.

No se atrevía a hacer nada que pudiera estropear el idilio y aunque quería comersela a besos, se limitó a alternar las caricias con besitos sanos sobre su cabecita rubia. Paris no podía creer que aquel hombre no estuviera desesperado por poseerla, todos sus amantes le iban encima a despedazarla pero Pa'nfilo no quería perder a su princesa por un arrebato varonil, ya tendría tiempo para eso, ahora lo que más anhelaba era conquistarla.

A Paris no le interesaba tampoco derrochar en una noche sus destrezas sexuales, a fin de cuentas, cuando hay amor, todo lo que sucede, sale solo, de manera espontánea, sin improvisaciones, ni esfuerzos. Cuenta la leyenda que desde entonces, nunca más se han separado.

Gracias a la princesa Verde, Pa'nfilo logró hacer la casita con la que siempre soño' y está renuente a salir de Cuba. Dice Pa'nfilo que si se va, ya no sería Pa'nfilo en La Habana y que su deber de cubano es el de seguir gritándole al mundo que en Cuba, lo que hace falta es JAMA.

Paris y Pa'nfilo, unidos para siempre.

P y P. Parte 5


Por Lucy Ramón.


Los dos decidieron que la noche les pertenecía y ese encanto nada ni nadie podría romperlo. El negro Pa'nfilo sabe cuándo debe ponerse el sombrero de Caballero y la atonlondrada de Paris, descubrió esa noche, que volvería a ser la niña buena que se había quedado extraviada en algún recoveco y al darla por perdida, prefirió esconderse detrás de escándalos y pornografía. 


Esta noche, los dos se propusieron ser ellos mismos. A Pa'filo le entró un remandingo insoportable, se sentía disfrazado de persona. Todo le molestaba.
- Paricita, mi niña, ¿puedo pedirte un favor? 
-¡Claro, Pa'nfilo!
- ¿Tú me permites quitarme esta indumentaria?.Me falta el aire con esta apretazon.

Paris lo ayudó a desatarse el nudo asfixiante de la corbata, le abrió el primer botón de la camisa, luego él solito fue, desabotonando poco a poco el resto, acto seguido volvió a sentarse para halarse los zapatos que le estaban mordiendo los juanetes y comprimiendole los cayos. Paris trató de convencerlo para que se quitara la camisa pero él se rehusó a quitársela.

- ¿Quién ha visto a un Caballero descamisado?
La princesa Verde, apretó un botoncito, dijo algo en inglés y le brindó un trago a su invitado.
- Lo siento amiga mía pero yo no bebo - dijo un Pa'nfilo abstemio. 
- No me engañes, sé que bebes e inclusive has estado recluido en centros para desentoxicacion de alcohólicos. 
- Si, es cierto, a cada rato, el régimen castrista manda a recogerme con el pretexto de ponerme bajo tratamiento pero es sólo un pretexto, porque si en realidad quisiera ayudarme más que encerrarme para que no beba por unos dias, debería resolverme mi problema. ¿Cómo crees que puede sentirse un hombre que sueña con vivir mejor y está dispuesto a trabajar y el gobierno de su país le cierra todas las posibilidades? .
- ¡Jum! ¡Eso suena feo!
- ¿Feo? No es que suene, esto hay que vivirlo.

Pa'nfilo le contó a su amiga que, él y sus vecinos casi no pueden conciliar el sueño porque temen que les caigan encima las paredes cuarteadas del edificio apuntado donde vive. Le dijo que los niños cubanos se acuestan y se levantan con hambre y que el cubano por orgullo, oculta el hambre que los agobia.

Cuando se dio cuenta que su princesa escuchaba boquiabierta todos sus pesares, decidió amenizar el ambiente, se encaramo' encima de una mesita de noche y haciendo el gesto del bocado empezó a gritar:

- Paris, en Cuba, lo que hace falta es ¡JAMA, JAMA, mucha JAMA!
La muchacha se desternillaba de la risa.
Un toque en la puerta, bajó a Pa'nfilo del pedestal.
La puerta se abrió y entró un séquito de sirvientes con sus respectivos encargos, uno le entregó a Pa'nfilo una bolsa grande de regalos y los tres restantes, se mantuvieron en espera de su turno de entrega.

Lo primero que sacó de la bolsa fueron unas chancletas lindisimas y al parecer muy cómodas, se las puso y sonrió complacido. Después siguió chequeando y sacando cosas, como hacen los magos cuando sacan maravillas de un sombrero mágico, caminó hasta una puerta lateral, la abrió, entró y estuvo dentro por más de media hora. Cuando salió del baño era otro.

Resulta que la Paris, preparó todos los detalles y contó además con los imprevistos. En aquel baño había de todo lo que un hombre necesita para transformarse y si de algo Dios dotó a Pa'nfilo fue de picardía y astucia.

- Esa maquinita de afeitarse es para mi, ese shampoo es para mi, ese jabón líquido y esa esponja, se llaman Pa'nfilo y el perfume, la crema, el desodorante, las toallitas para los pies, el talquito...¡to'esto es de este negro!.

Se cepillo los dientes, se puso la bata de salir del baño y cuando salió miró a la princesa y pensó: negro, esa blanca, también es tuya. Cuando Paris vio'al nuevo Pa'nfilo, pensó: Paris, ese negro es tuyo.¡Al ataque!.


Continuará...

P y P. Parte 4


Por Lucy Ramón.


Según la limosina aceleraba, los retorcijones del estómago de Pa'nfilo lo hacían doblarse. Entre aquella corbata ahogandolo, los zapatos apretados y el nerviosismo, no hallaba qué hacer. Le pasó por la mente, decirle al chofer que se detuviera cerca de algún safacon para meterse detrás de las montañas de escombros y basura que lo rodeara y hacer el #2 pero se recordó de lo complicado que le resultaría, quitarse aquella indumentaria sin embarrarse y oler a ..... sería lo peor que pudiera sucederle, justo cuando estaba a punto de conocer a una princesa de verdad.


Según subía el ascensor, así ascendian la ansiedad y el temor a lo desconocido. El había viajado a muchos paises en su época de marinero mercante pero, irónicamente jamás le habían permitido entrar al Habana Libre.
- ¿Habana Libre?- Pensó. ¿Acaso este hotel no era del abuelo de la Paris?
- No Pa'nfilo - siguió pensando calladito.

Este hotel jamás fue propiedad de los Hilton, recuérdate bien de la confusión que tiene mucha gente. Este hotel de 27 lujosos pisos fue construido con la caja de retiros de los empleados de servicios y el apellido Hilton, sirvió para auspiciar la obra. Quientedije se robó otros hoteles pero a esos millonarios nunca les quitó nada.

Mientras estuvo parado frente a la puerta de la habitación, Pa'nfilo aprovechó para encomendarse a sus santos, susurró algunas palabras en Lucumi, se presignó haciendo la cruz con su mano derecha y dijo:

- ¡Pa'lante Pa'nfilo!

Cuando el jefe habló por el "boquitoqui", la puerta de la suite se abrió y de la parte de adentro, otro asistente le indicó que lo siguiera. Los ojitos achinaditos de Pa'nfilo, parecían resortes dando vueltas, había entrado al palacio de la princesa, donde todo brillaba y los colores tornasolados alternaban con luces moradas, doradas, azules y rojas, formando siluetas y geometrias complicadas.

Cuando Paris se presentó delante de Pa'nfilo, él, muy resuelto, le extendió su mano:
- ¡Buenas noches!. Soy Pa'nfilo de La Habana y de Cuba. Bienvenida a mi pais lindo pero hambriento. Es un placer.
- Hola Pa'nfilo! Soy Paris Hilton. Gusto en conocerte. Siéntate por favor.
- Gracias - contestó Pa'nfilo sentándose en una butaca tan confortable como lujosa.
Le siguieron unos segundos de silencio hasta que, la anfitriona invitó a beber algo.
- ¡Gracias señorita! No bebo.
- ¿Cómo que no bebes?. He visto todos tus videos en la web y en todos estás algo pasadito de tragos, no tengas pena, quiero que te sientas cómodo.
- Sucede Paricita...
- Jajajaja jajajaja - Paris soltó las carcajadas. 
- Disculpe señorita Paris, es que la veo tan niñita.

A Paris se le aguaron sus ojitos azules, hacía mucho tiempo que nadie la llamaba así, todas las personas que se le acercaban o asediaban, trataban de guataquearla y las linsonjas que le brindaban estaban camuflajeando algún interés, ya sea monetario, de estatus o cualquier otra mezquindad pero aquel negro alcohólico, hambriento y secuestrado en una islita, no podía aspirar a lo que ni siquiera conocía. 

A Pa'nfilo le entró "culillo", no hallaba cómo sentarse para sentirse a gusto y decidió que aquella era su noche y nada ni nadie podía estropearsela.

- ¿Puedo confesarle algo Paricita?
- ¡Por supuesto amigo! - contestó una Paris decidida también a que aquella, era también su noche.


Continuará....

lunes, 9 de marzo de 2015

P y P, parte 3


Por Lucy Ramón.


Un día entero se pasó la princesa brincando por encima de heces fecales y orina, tanto de humanos como de animales. Estaba resuelta a la conquista del negro simpático y hambriento por lo que todo sacrificio sería poco. Entre gafas, vestidito, satería y fotografías, así transcurrió su segundo día de estancia en La Habana, paseó por tienditas, montó bicitaxis y Pa'nfilo...¡Nada!. No aparecía ni en los centros espirituales. 


Pero como la yerba que está pa'ti, no hay chivo que se la coma, al tercer dia, el negro resucitó, digo, apareció. Resulta que, los perros secuases de la princesa Verde, saben que, cuando a ella no se le dan las cosas se pone farruca y le da'por hacer locuras, montaron un operativo logístico para dar con el negrito que le hacía subir la temperatura a su jefa, ofrecieron unos dolaritos de recompesa y en menos de lo que envías un ''imel", dieron con el infeliz.

El pobre Pa'nfilo estaba sentado en el conten de la acera, exprimiendo la última gotica de Chipae'tren que le quedaba a una botella para envasar cerveza. Descalzo, sin camisa, con unas cutaras gastadas y cosidas con alambre, borracho como una uva y rodeado del piquete de borrachitos del solar, así encontraron a Pa'nfilo los guardaespaldas de la princesa Verde.

- ¿Quién de ustedes es Pa'nfilo, el de JAMA JAMA? - Preguntó el jefe.
- ¡Oye, Pa'nfilo, estos yumas te andan buscando! - le dijo uno de los borrachitos, zarandeandolo para que reaccionara.
- ¿Eh, qué bola' asere? ¿Tú me está sodomiando?. No te equivoque que yo si, no eso.
- ¡Muchacho, abre lo' sojo!. Este tipo quiere deciLte una cosa. Seguro que tu gente de "allá" te mandaron fula.
- Oiga señor Pa'nfilo - se le acercó uno de los ayudantes - Nosotros no vinimos a traerle nada, estamos aquí porque queremos que nos acompañe a un lu...
- ¿Qué?¿Que lo acompañe a ónde? Yo no he hecho na', ¿ahora tampoco uno puede darse uno traguito con lo vecino? ¡Contra!.
¿Hasta cuándo el abuso compadre? No aprieten ma' , miren que el negro Obama e'amiguito de Raúl y en cualquier momento, me veo visitando la casa Blanca. ¡Yo soy Pa'nfilo en La Habana y en la Yuma!
- No señor Pa'nfilo...
- ¿Señor Panfilo? - salto' uno de sus compañeros de borrachera - Jajajaja. ¿Qué Pa'nfilo es señor? Jajajaja, ¡Qué gracioso!
- Mire señor Pa'nfilo-continuó diciendo el auxiliar-hay una persona importante que quiere conocerlo y lo está esperando.
- ¿A mi, a Pa'nfilo? ¿Quién es ese peLsonaje dizque importante que quiere conocer a un muerto de hambre como yo?. Si es algún periodista yuma, dígale que la segurida'me tiene medi'o y no e' pa'un traje cualquiera, quieren vestiLme de "canadiense"y yo si no puedo darme el lujo de caeL preso.
El jefe de la escolta de la princesa se paró delante de aquel negro que se tambaleaba como un "porfiado", lo tomó por los brazos y buscando su mirada perdida por el alcohol le dijo:

- La señorita Paris Hilton quiere conocerte y te está esperando en su suite.
Dicen que, si detrás de él no llegan a estar dos de los guardaespaldas de la Hilton, Pa'nfilo se hubiera matado de la caída que se dio.

Ahí mismo se le quitó la borrachera, no hallaba qué hacer, ni qué decir. Creyó que se trataba de una broma pero, empezó a atar cabos en su mente y recordó que en todo el barrio se comentaba de la llegada de la millonaria que andaba caminando por La Habana.

Para sorpresa suya, como por arte de magia, apareció una muda de ropa de la "shopping", unos zapatos tocao's y enseguida entendió el mensaje: Paris te espera.




Continuará...

domingo, 8 de marzo de 2015

P y P, "Parte 2"


Por Lucy Ramón.


Y así vemos a Pa'nfilo, perdido en un mar revuelto, adornado por olas de sus recuerdos, donde se arremolinan mares y puertos y sueños con su casa linda por cuya ventana se asoma sonriente su princesa VerdeEste negrito de barrio que emana alcohol y ansias y guapea al hablar, lo buscan en La Habana periodistas de todos lados que quieren publicar su hambre que es la misma hambre de todos pero, sólo él, Pa'nfilo sabe convertirla en risas.

Cuentan que, un día, llegó a los oidos de una princesa muy rica y aventurera la historia de un ex marinero cubano que, al verse agobiado por la desesperanza, se metió a borracho y andaba por las calles gritando JAMA! JAMA!. Al principio la muchacha creyó que el borracho, bajo la influencia del alcohol, estaba apoyando a los terroristas de HAMÁS y como ella no sabe Español y mucho menos hablar cubano que es un dialecto del idioma padre, aquello de JAMA, le despertó cierta curiosidad.

No pasó mucho tiempo para que una de sus nuevas asistentes, ex empleada de Naomi Campbell, quien posee una maestría en golpear, lanzar y retrucar sus excéntricos teléfonos móviles contra sus asistentes, la pusiera al dia, contándole detalles del personaje que con JAMA JAMA, había ascendido a la fama.

Diceeeeen, que cuando Paris, la princesa Verde, vio'la foto de Pa'nfilo, se saboreo'los labios, echó una miradita pícara a su manager, guardó silencio unos minutos y luego de pasar su fina nariz, tal como pasan los dedos de corrida sobre las teclas de un piano, por encima de un "polvito milagroso" preguntó:
- ¿Está listo mi avión para irnos a Cuba?
De demás está contarles que en un par de horas estaba aterrizando la madame en el aeropuerto José Marti.

Como las princesas Verdes, no tienen nada que hacer que no sea, cumplir sus caprichitos, el ir a visitar una isla secuestrada por unos viejos malévolos, no será nunca un tema que le preocupe. Las princesas Verdes no son como la princesa Diana que ayudaba a los necesitados y abrazaba las causas justas, esta descerebrada y pornográfica, no tiene la menor idea del mundo en que vive, lo de ella es la gozadera y la rumba.

En cuanto sus homólogos, los príncipes Verdes, los hijitos de los reyes Castro, se enteraron de la llegada de esta linda para nada, fueron a su encuentro y la recibieron con honores con los que se recibe a una de su clase. Hermanos y primos se disputaban maquiavélicamente el "corazón" de la recién llegada y ella, sinvergüenza al fin, aprovechó todas las lisonjas que le ofrecieron y para no ser "injusta" "compartió"su corazoncito con TODOS.

Perooooo...a pesar de tantas pompas y empaque, a las que por cierto, está acostumbrada la princesita, muy muy en el fondo le retumbaba un grito silencioso: JAMA JAMA.

En cuanto borrachera y "arrebato" pasaron, miss Verde, recobrando la cordura hizo llamar a su relacionista público y le pidió un guia turístico para que la paseara por la ciudad pero no por toda la ciudad, no, ella quería pasearse por las calles rotas, pestilentes, llenas de escombros, basura, cucarachas y ratones, ella estaba dispuesta a dar brinquitos o salticos sobre esas calles bañadas por aguas albañales porque, es precisamente por esas calles habaneras por donde camina Pa'nfilo y estaba convencida de que, el destino, la causalidad, la haría coincidir con negrito de los ojitos brillosos y retozones.
Continuará...

P y P, "Parte 1"


Por Lucy Ramón.


Cuenta la leyenda que, érase una vez en un país olvidado, en una ciudad bombardeada por el abandono vivía un mozo del color ébano que soñaba con una princesa Verde. Al ver que su princesita no aparecía por ningún lado, decidió ir en busca de ella y un buen día, se encaramo'en un barco, convirtiéndose así en un marinero mercante. Dicen que, el joven negro conoció muchos puertos y que quizás, en algunos de ellos dejó unos cuantos corazones rotos pero, ninguno logró conquistar el suyo. Su corazón estaba reservado para su amada Verde.

En aquellos años, Pa'nfilo, el marinero, soñaba con tener una casita linda, un carrito de medio palo y algún dinerito para cuando llegara el momento no presentarse palma'o y poder invitar a su princesa a andar por su ciudad que, para entonces comenzaba a derrumbarse. Y pasó el tiempo y pasó que la cosa se puso mala y al pobre Pa'nfilo lo bajaron del barco, lo dejaron sin trabajo y lo mandaron para su casa "hasta nuevo aviso".

Oigan, a ese aviso ya le salieron canas y nada, ¡jamás lo llamaron!. Jamas se ha vuelto a montar ni un salvavidas. Pimpinea por aquí, pimpinea por allá. En ese pimpineo, Pa'nfilo empezó a sentir que era mejor ahogar sus sueños en el alcohol y cada vez que aparecieran en su cabeza las imágenes de aquella casita, de aquella princesa y de aquella ciudad linda, él debía empujarlas muy fuerte hasta llegar al fondo de la botella.

Sucedió que, todo el que conoció a Pa'nfilo desde niño, no podía creer que se hubiera convertido en aquel guiñapo humano, hambriento y desaliñado porque, ese hombre creyó, como creyeron millones en una promesa, en un discurso y como es sabido, sus sueños dependían de esa promesa, de ese maldito discurso.

Quienes se le acercan a Pa'nfilo se divierten con sus ocurrencias y gozan cuando les advierte a los responsables de sus desgracias que él es "Pa'nfilo en Cuba" y resume todas las necesidades de su ciudad llena de escombros con una sola frase, la cual acompaña con el gesto del bocado directo a la boca y grita: JAMA!!! JAMA!!!.

Pa'nfilo se ha ganado su fama por el valor que ha tenido de pararse en el medio de la calle y decir con ciertos temores que a él lo conocen en la Yuma y que artistas famosos le mandan algunas veces algún dinerito para ayudarlo.

El destructor de los sueños de Pa'nfilo, no lo mira como uno más de los alcohólicos que elevan las altas cifras de alcoholismo en la isla cautiva. No, a Pa'nfilo lo tienen en la mirilla. Por eso, a cada rato "lo recogen" y lo internan en una clínica de desentoxicacion para evitar que periodistas extranjeros le hagan alguna entrevista y como los niños y los borrachos no mienten, Pa'nfilo se le ha convertido en una piedra en el zapato a los que quieren callarlo.

En los cuentos normales, los Príncipes casi siempre llegan al final de las tragedias que les toca vivir a sus doncellas pero en este, les adelanto que, es la princesa quien viene por su galán. 
Continuará...

Las verdaderas escrituras


Por Lucy Ramón.


Empezaré cantando...
"He notado como lo nota cualquiera...
Si, he notado como lo nota cualquiera (y no nota musical ni de borrachera) que, cuando alguien habla de Dios, de Jesús, de Leyes Universales y le trae información oculta a personas que, por años han sido fervientes seguidores de Cristo, éstas se ponen en guardia, contraen el cerebro y se atrincheran para no escuchar, para no enterarse de que a la historia que le falta tremendos pedazotes.

La mayoría, sin pensarlo dos veces, se niega a escuchar y con esta actitud sólo dejan un mensaje: no están tan convencidos de su fe. A ver, cuántas cosas permanecen ocultas alrededor de Jesús, de su vida, de sus enseñanzas, de su muerte, etc.

Por siglos, los líderes cristianos han enseñado acerca de las Sagradas escrituras de acuerdo a sus propias interpretaciones e intereses y lo que ha llegado a nosotros han sido muy malas traducciones y meras programaciones que obligan a muchos fanáticos a aceptar ciegamente la "voluntad" de un Dios vengativo, castigador, injusto, caprichoso, misterioso y tiránico (en algunos casos). Dios, El Dador de Vida, nos dio a nosotros, los hombres, el Libre Albedrío y la capacidad de discernir, algo que no poseen sus otros hijos.

Gracias a esa capacidad podemos elegir a quien queremos servir y nos convierte en responsables de nuestras decisiones e indecisiones. No temas a saber más acerca de Dios porque Dios es fuente de Conocimiento y Sabiduría.  Tus miedos, tus dudas, tus inconformidades y todas tus inquietudes sólo tienen respuestas en el estudio profundo de todos los hechos históricos que sucedieron en aquellos tiempos.

¿Alguna vez te has enterado de que Pilatos escribió al emperador Tiberio César justificando el crimen de crucificar a Jesús?, ¿Sabías que Jesús era la única esperanza que tenía el emperador para que lo curara de la Lepra que padecía?, ¿Alguien te dijo que el emperador mandó a encadenar a Pilatos y se lo llevaron preso a Roma para hacerle lo mismo que le hicieron a Cristo?.

El Poncio Pilatos estaba consciente de quien era Jesús y cuando oyó que el emperador también lo crucificaria, se suicidó en su celda. ¿Qué cómo se enteró el emperador del poder de sanación que poseía Jesús?. Fue Maria Magdalena quien le contó personalmente a César y le aseguró que miles de testigos confirmarían su testimonio.

Y así la vida...Mañana hablaremos más sobre este tema y todo el que quiera aportar, por favor, traiga más información. 

¡He dicho! Caso abierto.