Por Lucy Ramón.
Estaba leyendo un artículo de mi hermano Alejandro Rodriguez Lezcano en el cual hace una excelente reflexión acerca de los porqués, a principios de la llegada del diablo al poder, el pueblo cubano retiró de las paredes de sus casas los cuadros de Jesús y en su lugar colocaron una foto de la Bestia. No sólo él (Alejandro), se pregunta cómo fue posible que esos cubanos pidieran paredón para personas que ni siquiera conocían y lo peor, aún sabiendo que eran inocentes, insistían en que fueran fusilados, ¡que triste!.
Esas y mil preguntas más nos hacemos nosotros, los hijos y nietos de esa generación de cubanos que tuvieron la dicha de vivir en una Cuba próspera y republicana. ¿Acaso la ignorancia, la irresponsabilidad, el infantilismo político, el discurso populista y la borrachera barbuda lograron idiotizar y envilecer a un pueblo tan noble y familiar como nuestro?.
Cuando le preguntamos a nuestros padres sobre esas barbaridades, las respuestas son totalmente increíbles; que no sabían nada de lo que ocurría en la Cabaña, que todos los miles de fusilados eran batistianos asesinos, que no conocieron a esas personas, que ellos nunca pidieron paredón para nadie, etc.
Todavía no logro entender cómo nuestros progenitores nos entregaron a esos desgraciados.¡Oigan! a la hora de buscar culpables de la situación que vive la Cuba de hoy, sería inmoral echarle toda la carga a los Castro y su camarilla. Esos viejos que hoy se consumen en la miseria, también deben asumir su cuota de culpabilidad.
¡Porque quienes permitieron que nos convirtieran en pioneros fueron ellos!
¡Quienes se dejaron arrebatar su Patria Potestad sobre sus hijos, fueron ellos!
¡Quienes pidieron paredón para sus hermanos fueron ellos!
¡Quienes nos obligaron a hablar bajito para no buscarse problemas, fueron ellos!
¡Quienes quitaron a Cristo de sus paredes y colgaron "Esta es tu casa Fidel", fueron ellos!
¡Quienes nos inculcaron el miedo fueron ellos!
¿Acaso no se han preguntado el porqué nunca nos hemos podido escuchar unos a otros para lograr esa unión que tanto pedimos?¿Por qué nos fajamos y discutimos constantemente, si al final, todos queremos lo mismo?.
Buscar soluciones para esa Cuba que sufre es algo que nos separa a todos porque ,hay que empezar por reconocer las culpas y perdonar y perdonarnos a nosotros mismos. Sólo, a través de un proceso de perdón (sin olvido) lograremos formar una coalición opositora veraz y respetable ante ese régimen que, hoy por hoy, insiste en mantenerse en el poder por la fuerza.
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