Por Lucy Ramón.
Necesito contactar urgentemente con especialistas en fenómenos paranormales. Empecemos por el público asistente a la alocución realizada por este señor, fijense bien, no nos interesa lo que dijo sino a quién o a quienes se lo dijo. El personal de servicio que pasaba por alli, le echaba una miradita, giraba su atención a los asientos y al verlos vacíos, algunos por pena se sentaban un ratico para hacerle la "media" o corrían despavoridos pero Nicolás seguía hablando y al ver las imágenes, damos fe de que no se trataba de un ensayo previo a la presentación.
A diferencia de Damocles, el antiguo orador griego que el miedo escénico lo enmudecia y lo hacía temblar, este presentado, habla y habla sin temor alguno y lo más lindo, ensarta un disparate con otro de la manera más natural que nadie puede imaginarse.¿Será porque este aprendiz de bandido sabe que nadie le presta atención y por eso actúa con la seguridad de que no lo están escuchando?
El público de Maduro en la ONU era invisible pero aplaudia en los momentos en los que el orador hace la pausa y obliga al aplauso. Me recordó a esos cd o grabaciones de chistes donde las risas están computarizadas. No me vayan a decir que los muertos salen, porque no creo que muchos difuntos simpaticen con este proyecto de hombre y su socialismo trasnochado. Las millonas no fueron, los pollos sembrados no pudieron escaparse de sus "surcos" y el pajarito hace tiempo cortó relaciones con él porque no hay un día que no utilice su nombre para seguir mandando en Venezuela. De que habló, habló pero nadie lo oyó.
Hay muchos venezolanos muertos y encarcelados y estan sucediendo cosas mas importantes en este mundo para perder el tiempo oyendo estupideces.
¡Pobre Venezuela!
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