sábado, 8 de noviembre de 2014

Una huelga no asistida

Por Lucy Ramón.

No, no es el Coco, quizás por esa razón a la tv de Miami y a ningún equipo médico le interese la huelga de hambre que Ernesto Castañeda Masó está llevando a cabo desde finales de Octubre pasado hasta la fecha.


"Otro negro en huelga"… Tal vez sea la expresión de algún tracatran castrista o peor, de cualquier anticastrista racista. El joven permanece tirado allí, en el parquecito de Calzada y K, según Desde Cuba, espacio informativo cibernético radicado en la isla. Desde el conten de la acera, el huelguista ve pasar a todos los que acuden a sus citas para trámites migratorios en la cercana oficina de Intereses de los EEUU en La Habana, desde allí, él puede comprobar el montón de cubanos que están cumpliendo su sueño. 

Nadie lo mira, es más, hasta les molesta que Ernesto haya escogido ese sitio para hacer su huelga en reclamo de sus Derechos que, al mismo tiempo, son los mismos derechos de esos que lo miran con desprecio y que legalmente, están a punto de escapar del infierno.

Es que el cubano no acaba de entender que su mal, es el mal de todos y piensa que, Ernesto con su huelga puede "ponerle mala la cosa". Y ahí está el HOMBRE desafiando nada más y nada menos que al yerno de Raúl Castro, al general Luis Alberto López Calleja y magnate del grupo empresarial GAE, entidad para la que trabajaba Castañeda Masó y de la cual fue expulsado, luego de denunciar la corrupción existente a todos los niveles, dentro de dicha Corporación. 

Esperemos que el Lider huelguista Guillermo Fariña, haga su función como patriarca en esta disciplina y apoye a su pupilo. Esperemos que la prensa independiente y los medios miamenses se conviertan en voceros de este acto heroico y le brinden a Ernesto Castañeda Masó el apoyo internacional que necesita para que no lo dejen morir, opacado por el silencio de unos y el racismo de otros.

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