Por Lucy Ramón.
En lo que se convierte uno cuando va pa'viejo...
Volvemos a ser bebés, nos despertamos dos y tres veces a hacer pipi, nos desvelamos y damos vueltas y vueltas en la cama como queriendo gatear, ninguna posición nos resulta cómoda, cualquier ruidito nos despierta, si entra claridad a la habitación, enseguida estamos con los ojazos abiertos.
Jajajaja, lo mío es el colmo:cada tres horas me entra un hambre atroz y si me paso de ese tiempo, los rugidos del estómago me dan el ...de pie!.
Cuerpo malagradecido el mio, las noches que no trabajo, tengo que obligarlo a dormir pero, de todos modos,el hambre se encarga de estropear mi sueño.
Buen día hermanos. Un abrazo de Luz para todos.
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