Por Lucy Ramón.
Leonardo nos la pintó
vestida muy elegante,
pero agarrenla infraganti
en medio de un guaguanco.
Cuentan que la doña era
de clase y finos modales,
pero ya, en los solares
donde nadie la veía,
meneaba su anatomía.
¡Y a gozar la gozadera!
esa sonrisa perversa,
que nos muestra en el retrato.
Es la señal que le hacía,
a su amante el mulato.
La monna Lisa bebía
aguardiente y Chipa e'tren
y si algunos no lo creen,
observen con atención,
como su reputación
es diferente hoy en dia.
Es posible que esta dama
no haya nacido en Roma,
quizás nació en Mejiquito,
quien sabe, en Guanabacoa.
Con la pinta de santera,
con que la estamos mirando,
la monna está demostrando
su verdadera raiz...
¡Ella nació en mi país!
¡Es cubana y habanera!.
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