Por Lucy Ramón.
Y así vemos a Pa'nfilo, perdido en un mar revuelto, adornado por olas de sus recuerdos, donde se arremolinan mares y puertos y sueños con su casa linda por cuya ventana se asoma sonriente su princesa Verde. Este negrito de barrio que emana alcohol y ansias y guapea al hablar, lo buscan en La Habana periodistas de todos lados que quieren publicar su hambre que es la misma hambre de todos pero, sólo él, Pa'nfilo sabe convertirla en risas.
Cuentan que, un día, llegó a los oidos de una princesa muy rica y aventurera la historia de un ex marinero cubano que, al verse agobiado por la desesperanza, se metió a borracho y andaba por las calles gritando JAMA! JAMA!. Al principio la muchacha creyó que el borracho, bajo la influencia del alcohol, estaba apoyando a los terroristas de HAMÁS y como ella no sabe Español y mucho menos hablar cubano que es un dialecto del idioma padre, aquello de JAMA, le despertó cierta curiosidad.
No pasó mucho tiempo para que una de sus nuevas asistentes, ex empleada de Naomi Campbell, quien posee una maestría en golpear, lanzar y retrucar sus excéntricos teléfonos móviles contra sus asistentes, la pusiera al dia, contándole detalles del personaje que con JAMA JAMA, había ascendido a la fama.
Diceeeeen, que cuando Paris, la princesa Verde, vio'la foto de Pa'nfilo, se saboreo'los labios, echó una miradita pícara a su manager, guardó silencio unos minutos y luego de pasar su fina nariz, tal como pasan los dedos de corrida sobre las teclas de un piano, por encima de un "polvito milagroso" preguntó:
- ¿Está listo mi avión para irnos a Cuba?
De demás está contarles que en un par de horas estaba aterrizando la madame en el aeropuerto José Marti.
Como las princesas Verdes, no tienen nada que hacer que no sea, cumplir sus caprichitos, el ir a visitar una isla secuestrada por unos viejos malévolos, no será nunca un tema que le preocupe. Las princesas Verdes no son como la princesa Diana que ayudaba a los necesitados y abrazaba las causas justas, esta descerebrada y pornográfica, no tiene la menor idea del mundo en que vive, lo de ella es la gozadera y la rumba.
En cuanto sus homólogos, los príncipes Verdes, los hijitos de los reyes Castro, se enteraron de la llegada de esta linda para nada, fueron a su encuentro y la recibieron con honores con los que se recibe a una de su clase. Hermanos y primos se disputaban maquiavélicamente el "corazón" de la recién llegada y ella, sinvergüenza al fin, aprovechó todas las lisonjas que le ofrecieron y para no ser "injusta" "compartió"su corazoncito con TODOS.
Perooooo...a pesar de tantas pompas y empaque, a las que por cierto, está acostumbrada la princesita, muy muy en el fondo le retumbaba un grito silencioso: JAMA JAMA.
En cuanto borrachera y "arrebato" pasaron, miss Verde, recobrando la cordura hizo llamar a su relacionista público y le pidió un guia turístico para que la paseara por la ciudad pero no por toda la ciudad, no, ella quería pasearse por las calles rotas, pestilentes, llenas de escombros, basura, cucarachas y ratones, ella estaba dispuesta a dar brinquitos o salticos sobre esas calles bañadas por aguas albañales porque, es precisamente por esas calles habaneras por donde camina Pa'nfilo y estaba convencida de que, el destino, la causalidad, la haría coincidir con negrito de los ojitos brillosos y retozones.
Continuará...
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