miércoles, 17 de septiembre de 2014

¡Lo que no nace, no crece!

Por Lucy Ramón.

Existe un lenguaje que supera la palabra, que habla por si solo, que no miente y cuando la boca esta diciendo mentiras, él esta desesperado dando señales de alerta. Los niños  los animales y las plantas si saben ''escuchar'' este lenguaje. Los niños reconocen cuando es rechazado por un adulto, aun cuando este trata de enmascarar su rechazo; los perros detectan con tremenda rapidez a quienes no le agrada. 

¡Este lenguaje si que no engaña a nadie!, lo que ocurre es que las personas se sugestionan para digerir su realidad, se autoengaña y luego quieren hacer responsables a otros de su mentira. ¿Por que? ¡Porque les encanta oír lo que quieren!, ¡por egoísmo!, he visto relaciones donde uno de los dos esta conciente de que el otro no lo ama pero se niegan a acéptarlo y entonces comienza ''el trabajo sucio''. ¿Que hacen? complicarle la vida a esa persona, poniéndola en una situacion muy dificil donde las DEUDAS DE GRATITUD sean las que se encarguen de manipular los sentimientos ajenos. 

El rechazado se vuelve un titan haciendo gestos heroicos, dándolo todo ''desinteresadamente'', se la pasa maquinando como hacerse IMPRESCINDIBLE para que su víctima tenga siempre presente que estuvo ahi en los momentos difíciles. Pero el LENGUAJE CORPORAL de su pareja esta manifestandose en todo momento y no lo quieren ver, no lo quieren escuchar, se hacen los sordos y disimulan. 

Al final del dia cuando la VERDAD se impone y la victima se hace de valor y termina la relación, entonces esa persona que, desde el primer momento sabia que no era amada, que ni siquiera resultaba agradable a la vista de su amado, se transforma en una bestia enjaulada que busca venganza o por el contrario continua la maniobra creandole sentimientos de culpabilidad. ¡OJO!, observe cada gesto, cada mirada, cada movimiento de su pareja y viva convencido de algo: ¡LO QUE NO NACE, NO CRECE!


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