Por Lucy Ramón.
¿Qué creen, que todo terminó ahí? ¡Ojalá!. A principios, cuando les conté que Jorge salió a comprar los money order, en realidad no fue pero, esta vez, si lo hizo. Cuando abro la puerta, me encuentro a don Chivo, sentado en el sofá, justo enfrente del buró de Ana y rodeado de dos hombres vestidos con ropas de trabajo de alguna compañía que quizás, le presta servicios al complejo de aptos.
Ana no estaba y el pirograbado que había caído en la basura, estaba de vuelta en la pared. Saludé y me quedé parada en medio del salón. Pasados unos tres minutos, el jefesazo me invitó a sentarme en una de las sillas donde Ana, atiende a los clientes. Una vez de espalda a los presentes, me sentí más cómoda. Eché a andar mi pacientimetro. La muchacha de la oficina de adentro estaba ahí, yo no la veía pero sentía el cliqueo en la computadora. Esperé en silencio, volví a esperar y seguí esperando hasta que empezó a subir el mercurio de mi pacientimetro y me paré frente a la puerta que, una hora antes había sufrido un portazo a manos de aquella Bestia que no hablaba sino que ladraba.
- Una pregunta y buenas tardes. ¿Quién se supone que debe atenderme en ausencia de Ana?
- ¿Y dónde fue ella?
Tuve que reirme...
- No sé, cuando viene ella no estaba y el señor me dijo que vendría en un ratico pero ya el ratico pasó.
- Bueno, voy a ayudarla, adelantando la lectura de las regulaciones.
En ese momento llegó mi Quijote.
- ¿Y la señora, dónde está?
- Viene para acá y esta joven me está haciendo el favor de "printear" las reglas del condemonio.
Una vez listas, la muchacha se sentó en el puesto de Ana, me entregó unas cuatro hojas escritas en Inglés y me pidió que fuera leyendo. Como todos ustedes saben, mi Inglés no tiene barreras sino una Muralla China por lo que acudo a un sistema único de lectura del idioma de Shakespeare, sistema que inventé hace años y en cualquier momento patentizare: la ADIVINACIÓN. Pero hoy, hoy mis neuronas tenían su día off y no quisieron hacer overtime.
- ¿Si fueras tan amable, podrías traducirme?
La muchacha sin nombre, comenzó a leer traduciendome cada una de las reglas, eché mi asiento hacía delante para escuchar mejor pero era imposible entender lo que decía, el jefe y quienes lo rodeaban no conversaban, se gritaban entre sí, entonces el "imperfecto" de mi marido le preguntó a la joven:
- ¿Cómo usted cree que podemos entender lo que nos está diciendo, si esas personas no dejan oír?. Qué mal educados son.
Se hizo silencio. La "sin nombre" pa lideció, hizo una mueca y continuó leyendo y explicando. El señor Chivo dejó de aullar y finalmente, logramos oír. Llegó Ana con su hijita, una niña muy linda, a Jorge y a mi nos encantó su pelo, un pelo light brown con ondas naturales muy lindo, la verdad. Ella agradeció los elogios y tomó la batuta, le di las gracias a la muchacha que amablemente dejó su puesto para atenderme.
Los bulleros se fueron y entró una señora. Como Jorge no soporta estar sentado mucho rato, también salió. Ahora viene el último encontronazo. La señora que entró, se sentó en el sofá y Ana le preguntó cómo podía ayudarla, a todas estas, se suponía que a quien debía atender era a mi, estaba allí primero que esa señora y a su llegada, la lectura del reglamento se había interrumpido pero bueno, no dije nada.
La señora reclamaba un pago reducido de su renta porque cuando ella se mudó, el mes anterior, tuvo que irse porque el refrigerador que le pusieron no funcionaba y no estaba dispuesta a pagar por un sitio en el cual no vivió por unas dos o más semanas. Enseguida mis antenas empezaron a darle el "de pie" a mis dormidas neuronitas...¿Jummm?????.
Para ponerle la tapa al pomo entra un señor con un documento de la compañía del Agua y se lo muestra a Ana y luego le pregunta si aceptan cheques para pagar su renta.
- Bueno, usted está tarde un día, hoy es seis y los pagos se realizan del 1ero al 5 de cada mes.
- Pero ustedes cerraron por el fin de año.
- Sí,cerramos pero abrimos el 29- contesto "Sin nombre".
Ana le dijo al señor que debía pagar un recargo de 100$ por pago atrasado pues ellos estuvieron disponibles el 29, precisamente para evitar estas tardanzas y que por adelantado aceptaban todo, por atraso, cobrarían recargos.
El hombre, muy educado les dijo: si ustedes son tan estrictos con los pagos, entonces yo voy a ser estricto con ustedes porque a estas alturas, todavía no me han puesto la lavadora y yo estoy pagando una renta muy cara donde está incluido ese servicio que no me han dado.
¡Madre mía!A desparpajarse, como dice el guajiro.
- Bueno, bueno, bueno, como mis oídos están oyendo, tengo que hablar. Mi apto no tiene nada dentro, si me mudo mañana, voy a necesitar fogón, lavadora,etc.
- Descuide, señora, después del medio día, su apto estará listo, con todo instalado.
- Y si no lo está, usted debe cobrar menos porque hoy es 6 y los días corren y al igual que los señores, tampoco voy a pagar por un apto que no posee las condiciones.
Ana puso una clase de cara.
Finalmente, le quitó al señor los 100$ de recargo y el hombre salió a comprar su money order. La señora del refrigerador, consiguió también su rebaja y yo, en medio de aquellos líos ajenos, sólo como oyente, captando.
Empecé a despetalar la flor de las decisiones:¿me rento, no me rento?.
Continuará...
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