lunes, 19 de enero de 2015

Renta en Hialeah, una odisea. Parte V (final)



Por Lucy Ramón.


Ana me miraba y yo a ella, me daba la impresión de que "algo" estaba por suceder. Continuó la lectura y traducción de las últimas reglas y me indicó dónde poner mis iniciales. Entre las regulaciones, me llamó la atención una: "Cuando el inquilino se va, su "fondo" se le entregará a los 30 días después de desocupar la unidad".

- Un momento señora Ana, las leyes de la Florida establecen que el inquilino debe recibir el reembolso de su "fondo" en 15 días, pasado ese término, su dinero comienza a ganar interés. 
¡Se formó el guateque!. Ana soltó los papeles del contrato como si le estuvieran pinchando las manos y en un gesto lleno de cinismo me dice:
- Chica, yo creo que tú no deberías vivir ahí, tú tienes muchas limitaciones y problemas, no creo que sea una buena decisión. 
- ¿No me diga? ¿Así que yo soy la de las limitaciones? 
Hasta ese momento, estoy segura ,ella no había captado con quien estaba lidiando.
- Analicemos por parte y al final, usted dirá quién tiene problemas aquí.Quizás lo único cierto aquí es lo ultimo que dijo, acerca de que el vivir alli es una mala decisión pero antes analicemos los pormenores.

La miré fijo a los ojos y empecé a preguntarle:

- ¿Por qué tienen en el local a una joven que no se sabe la dirección exacta de esta oficina, no tiene acceso a las llaves para mostrar los aptos y además, tampoco sabe explicar cómo llegar hasta aquí?. La falta de educación de este personal, incluyéndola a usted, es alarmante, no hay presentación, no hay cortesía, su jefe la ha empujado y tirado esa puerta sin medirse delante de mi y usted le ha permitido esa humillación, humillación que considero viola las leyes de este paísHe escuchado a dos inquilinos quejarse de un mal servicio.

A ver, dígame ¿qué otra limitación, a parte de querer un apto en bajos, yo le he puesto?. ¿Reclamar mis derechos de devolución del fondo me convierte en su gran limitación?. Ahí está, nosotros no fumamos, no tenemos mascotas, mantenemos una conducta honorable y nos ajustamos a regulaciones pero no le permito a nadie que me abuse en un futuro.

Ana no habló, sólo hacía muecas y gestos.

-¿Y sabe qué? Si, me voy a rentar porque me gusta el apto y me gustan los retos y como estoy convencida de que JAMÁS violare esas reglas, así mismo exigiré mis derechos. Al parecer, no ha sido un buen día para usted-le dije , intentando animarla. Quizás el de mañana sea mejor, gracias por su gestión.  Esa fue mi despedida.

Sentí sus ojos clavados como puñales en mi espalda.

¿Se recuerdan que soy un salmoncito?¡Río arriba!. Sucede que estas personas no se respetan y están acostumbradas a tratar con otras de igual condición y/o con cubanos que traen el miedo tatuado en su piel y bajan la cabeza cuando alguien les impone su voluntad o reaccionan con la típica chusmeria de estos tiempos. 

Firmé mi sentencia por un año y le entregué a mi Creador esa causa.

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